Salmo 33

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Vinculado fuertemente con el Salmo 144 —con el que comparte varios elementos, muy particularmente el de la «canción nueva» presente en Isaías y en el libro de Apocalipsis y cuya mención primera se da, precisamente, en él— el Salmo 33 guarda asimismo una estrecha relación con su antecesor inmediato, del cual podría ser considerado una clara continuación. Su tema gira en torno a aquellos que han alcanzado justificación en la presencia de Yahweh y que han rectificado, por ende, sus corazones, todo ello en medio de los planes de una humanidad que aún no ha llegado a conocer a Dios.


 

¡Regocíjense, ustedes los justificados, en Yahweh! ¡La alabanza es muy adecuada para los rectos! ¡Den gracias a Yahweh con arpa, con salterio de diez cuerdas! ¡Entonen para él! ¡Cántenle una nueva canción! ¡Mejoren con júbilo su ejecución! ¡Porque recta es la Palabra de Yahweh y todas sus acciones son llevadas a cabo con fidelidad!

Amante de la justicia y del juicio, la bondad de Yahweh llena la tierra. Con la Palabra de Yahweh fueron hechos los cielos; y con el aliento de su boca, todo el ejército de ellos. Él junta como al montón las aguas del mar, deposita en tesoros los abismos.

¡Tema a Yahweh toda la tierra! ¡Queden estupefactos ante él todos los habitantes del mundo! ¡Ya que él declaró y fue, dio la orden y se afirmó! ¡Yahweh aplasta el plan de las naciones y anula las maquinaciones de los pueblos! ¡El plan de Yahweh permanece siempre firme y los pensamientos de su corazón por generación y generación! ¡Dichosa la nación cuyo Dios es Yahweh, el pueblo que él ha escogido para sí por herencia!

Desde los cielos miró Yahweh y vio a todos los seres humanos. Desde el lugar de su descanso echó una mirada a todos los habitantes de la tierra el que a una da forma a sus corazones, el que entiende todas sus acciones. No se salva el rey por los muchos recursos ni el valiente se libra por la mucha fuerza. ¡Engañoso es el caballo para toda salvación: con toda su potencia no librará a nadie!

¡Vean! El ojo de Yahweh es en pos de los que le temen, de los que esperan por su bondad; para librar de la muerte sus almas y para darles vida en medio de la hambruna. ¡Nuestra alma ha esperado a Yahweh: él es nuestra ayuda y nuestro escudo! ¡Ya que es en él que se alegra nuestro corazón, ya que es en su santo nombre que hemos puesto nuestra certeza!

¡Que tu bondad, Yahweh, sea sobre nosotros según hemos esperado en ti!

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