La carga del valle de la visión (Isaías 22)

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De todas las «cargas» proféticas que se encuentran en el Antiguo Testamento, la que ocupa el capítulo veintidós del libro de Isaías es acaso la más sugerente. La misma está dirigida no tan veladamente a una ciudad que hacia el final de la era presente ejercería una suerte de mayordomía del reino de Dios, simbolizada por la «llave de David» que antiguamente, en los días de los reyes de Judá, era el atributo de quien administraba todo lo atinente al palacio real. Ofrezco aquí mi traducción anotada del texto hebreo de dicha «carga», apelando, como siempre, al discernimiento del lector.


 

La carga [1] del valle de la visión. [2]  [3]

¿Qué tienes ahora, que has subido a todos los tuyos a las terrazas? ¡Tú, llena de alboroto, ciudad tumultuosa, barrio exultante! ¡Tus caídos no serán caídos por la espada ni muertos en batalla! Tus dignatarios huirán a una del arco: ¡todos los tuyos que huyan lejos y sean encontrados serán apresados a una!

A causa de ello diré: “¡No me miren; miren hacia otro lado, [4] pues lloraré amargamente! ¡No se esfuercen en consolarme por la devastación de la hija de mi pueblo!" ¡Porque es un día de quebranto, de pisoteo y de perplejidad para el Señor Yahweh de los ejércitos en el valle de la visión por el socavamiento del muro y el clamar hacia el monte por ayuda! Ya que Elám [5] portará aljaba junto a una cabalgadura humana de jinetes [6] y el muro será destituido de protección! ¡Y sucederá que tus valles escogidos estarán repletos de caballería y los jinetes se estacionarán a la entrada! ¡Entonces descorrerá [7] el velo [8] de Judá! ¡Y mirarás en aquel día a la armería [9] de la casa del bosque!

Y verán ustedes las brechas de la ciudad de David, que habrán proliferado, y recogerán el agua del estanque subterráneo. [10] Y contarán las casas de Jerusalén, y derribarán las casas para fortificar el muro. Y harán un receptáculo entre los dos muros para el agua del estanque antiguo y no se detendrán a considerar al que lo había hecho, ni mirarán desde lejos al que le dio forma…

En aquel día llamará el Señor Yahweh de los ejércitos al llanto y a endechar, a raparse y a vestir cilicio, ¡y he aquí que habrá alegría y regocijo! ¡Matanza de vacas y faenado de ovejas! Estarán comiendo carne y bebiendo vino, mientras dicen: “¡Comamos y bebamos, porque mañana moriremos!” Yahweh de los ejércitos ha revelado en mis oídos que esta iniquidad no les será expiada hasta que mueran. [11] ¡Lo dijo el Señor Yahweh de los ejércitos!

Así dijo el Señor Yahweh de los ejércitos: “Ve y entra a lo del mayordomo este, [12] a Sebna, [13] el que está a cargo de la casa, y dile: ¿Qué tienes tú aquí y a quién tienes aquí, que te has labrado aquí una tumba, como quien labra su tumba en lo alto o esculpe su morada en una peña? ¡He aquí que Yahweh te envolverá, te enrollará como a una pelota y te lanzará con un lanzamiento de campeón [14] hacia un país de latitud extensa! [15] [16] ¡Allí morirás y allí estarán las carrozas en tu honor, vergüenza de la casa de tu Señor! ¡Te quitaré de tu puesto y de tu función y te destituiré! Y sucederá en aquel día que llamaré a mi siervo Eliaquím hijo de Hilcías, [17] lo vestiré con tu túnica, lo ceñiré con tu cinto, le daré tu gobierno y será por padre al habitante de Jerusalén y a la casa de Judá. Y pondré sobre su hombro la llave de la casa de David, y abrirá y no habrá quien cierre, y cerrará y no habrá quien abra. Lo clavaré como una estaca en lugar confirmado y será por trono de gloria para la casa de su Padre, y colgarán de él toda la gloria de la casa de su Padre, los descendientes y sus proles, [18] todos los utensilios pequeños: desde los recipientes hasta la totalidad de los instrumentos de música. En aquel día —declara Yahweh de los ejércitos— quitarás la estaca [19] clavada en un lugar confirmado y será talada y caerá; y será cortada la carga que está sobre ella, porque Yahweh habrá hablado.”

 

Notas

[1] משא. Aunque podría traducir esta palabra como “sentencia”, “declaración”, “oráculo” o “profecía”, escojo hacerlo en base a su sentido más común, el cual señala algo que es levantado y cargado y que, en caso de tratarse de una declaración de Yahweh, ha de ser entregado.

[2] Siguiendo la tendencia general de los traductores de la Biblia al español al lidiar con este pasaje, consigno aquí el término גיא como «valle». Sin embargo, su traducción más apropiada sería «barranco», al cual el Diccionario de la RAE define como una “quiebra producida en la tierra por las aguas”. Por su parte, el término חזיון suele traducirse correctamente como «visión» en el sentido de una revelación de Dios —mayormente simbólica— sensible a la vista, y así lo hago también yo aquí. Cabe aclarar, sin embargo, que el mismo también podría ser entendido como «sitio de visita» en el sentido de un sitio que suele ser visitado con la intención de ver o contemplar algún paisaje llamativo o algún lugar importante. De hecho, visitare, que es el verbo latino del que procede «visitar» significa «ir a ver», y es, de hecho, la forma frecuentativa de visere, esto es, «ver con detenimiento» o «examinar». El inglés norteamericano refleja muy bien este sentido en la expresión sightseeing.

[3] El texto griego de la Septuaginta dice τὸ ῥῆμα τῆς φάραγγος Σιων, lo que en el caso presente podría traducirse como «la sentencia del barranco Sión». Por su parte, el texto arameo del Targum de Isaías tiene un encabezado un tanto más extenso que el del texto hebreo y el del griego, ya que dice: La carga de la profecía sobre la ciudad que se asienta en el valle, acerca de la cual profetizaron los profetas.

[4] שעו מני. Literalmente «vuélvanse hacia otro lado de mí». La expresión se explica de inmediato como la de un hombre que no desea ser visto llorando y lamentando.

[5] עילם. Así en el texto hebreo y en el siríaco de la Peshitta. Por su parte, el texto griego de la Septuaginta utiliza el gentilicio derivado del nombre de aquella región del antiguo Medio Oriente y dice οἱ Αιλαμῗται («los elamitas»). Esto último también ocurre con el arameo del Targúm, el cual tiene עילומאי. Cabe destacar aquí que, más adelante, el imperio persa tendría en Elám una de sus provincias y que, de hecho, la ciudad elamita de Susa sería la capital de dicho imperio durante los períodos invernales.

[6] ברכב אדם פרשים. La expresión es oscura. El texto del Targúm dice “en el carro de un hombre, y con él hay un par de jinetes”. El texto griego de la Septuaginta, por su parte, dice “hombres que montan a caballo”.

[7] יגל. Literalmente, «develará» o «dejará al descubierto». El sujeto de la acción es, con toda probabilidad, el propio Yahweh, mencionado antes en el versículo 5.

[8] מסך. Literalmente, «cobertura». Este término era especialmente utilizado en referencia al velo que se encontraba en el acceso a la tienda sagrada que Yahweh había ordenado construir a Moisés en el desierto. En el caso presente, su sentido parece estar más vinculado con la exposición de una situación vergonzosa que tiene lugar en Judá, nombre que aquí —al igual que en el resto de las «cargas» proféticas que se encuentran en el libro de Isaías y en los de otros profetas, no ha de tomarse en forma literal, sino simbólica de una realidad que tiene lugar en el fin de la era.

[9] נשק. Literalmente, «arma».

[10] ברכה התחתונה.

[11] En el texto arameo del Targúm se lee עד דתמותון מותא תנינא («hasta que hayan muerto la muerte segunda»). Esta muerte segunda —mencionada en algunos otros lugares en las traducciones arameas del Antiguo Testamento o targumim— se corresponde, con toda probabilidad, con la consignada en el texto griego del libro de Apocalipsis como ὁ δεύτερός θάνατος y formas similares (ver Ap. 2:11, 20:6,14 y 21:8).

[12] הסכן הזה. Indudablemente, esta manera de referirse al mayordomo Sebna denota molestia y desprecio por parte de Yahweh. El motivo de ello se aclara a continuación, en el mensaje que Yahweh encarga transmitir a dicho personaje.

[13] שבנא. En 2 Reyes 18:18,37 y 19:2 y en Isaías 36:3,22 y 37:2 se menciona a Sebna como escriba del palacio.

[14] גבר. Literalmente, «varón». Sin embargo, puesto que el énfasis de todo el pasaje está puesto en el ímpetu con el cual Yahweh lanzaría lejos a este personaje (al cual, para mejor, según leo yo en el texto hebreo, enrollaría para darle la forma de un bollo o de una pelota), me pareció que el término «campeón» transmite aquí más adecuadamente la idea general del mismo. Sobre las dificultades que este pasaje parece haber presentado siempre a los traductores, véase más adelante la nota 16.

[15] ארץ רחבת ידים. Literalmente, «tierra (o región, o país) larga de manos». La forma dual ידים (iadaim) sugiere las dos manos de un ser humano: derecha e izquierda. Ahora bien, es sabido que en el hebreo de las Escrituras, el sur suele ser identificado con la mano derecha y el norte con la mano izquierda (en una posición figurada en la que el dueño de las mismas se encuentra mirando hacia el este). De ahí, entonces, que haya optado por traducir la frase en cuestión tal como aquí la presento.

[16] A diferencia de lo que ocurre generalmente con los textos bíblicos, los versículos 17 y 18 en este pasaje de Isaías han de ser tomados en forma conjunta a fin de traducirlos de manera adecuada a la —por lo demás— muy clara intención del texto. Tal es lo que he hecho yo aquí. Que el sentido del texto es de suyo bastante difícil de captar es algo que puede verse muy bien en las diversas traducciones del mismo a otras lenguas bíblicas clásicas e incluso al latín. Es así que en la Vulgata se lee: ecce Dominus asportari te faciet sicut asportatur gallus gallinacius et quasi amictum sic sublevabit te coronans coronabit te tribulatione quasi pilam mittet te in terram latam et spatiosam, lo cual la Biblia Torres Amat (1825) traduce (o más bien, glosa) al español como sigue: “Pues sábete que el Señor hará que te lleven de aquí, como es llevado atado el gallo de un gallinero, y como se lleva a un hombre criminal con la cara cubierta. Te coronará con corona de abrojos, te arrojará como pelota en plaza ancha y espaciosa”.

[17] אליקים בן־חלקיהו. En 2 Reyes 18:18,37 y 19:2 y en Isaías 36:3,22 y 37:2 se menciona a Eliaquím hijo de Hilquías como el que estaba a cargo de la casa real. Si se tiene en cuenta lo señalado más arriba respecto de Sebna (ver la nota 12), resulta evidente que en este pasaje profético de Isaías 22 los puestos de ambos hombres se encuentran mencionados a la inversa. La coincidencia de los nombres y la inversión de sus respectivas funciones en uno y otro lugar de las Escrituras ha suscitado diversas especulaciones entre los estudiosos. Estos, en efecto, se han pregunta si acaso los pasajes “históricos”, redactados a manera de crónica, no son posteriores a la redacción del pasaje en Isaías 22 que aquí presento. Por mi parte, entiendo que esta coincidencia en los nombres junto al orden invertido de las funciones ha sido una forma de ocultar la relación profética que el mismo guarda con el fin de la era. No es, en todo caso, con una mirada histórica que han de leerse los dichos de los profetas, tal como lo ha dado a entender en forma explícita el apóstol Pedro en 1 Pedro 1:10-12.

[18] הצאצאים והצפעות. Esta expresión, altamente figurativa, se refiere a una determinada descendencia y a los descendientes de la misma, a la cual el uso del término צפיעה señala como de menor estima en ciertos aspectos, tal como sucede con los integrantes más pequeños de una familia vistos desde el punto de vista del manejo de los asuntos que son propios de los adultos.

[19] תמוש היתד. Esta frase ha sido siempre traducida, de manera casi unánime, como “será quitada la estaca” o alguna forma similar alternativa. Esto, en verdad, no tiene sentido alguno. Sucede que, en las Escrituras, la raíz verbal מוש (mosh) no cuenta con ningún antecedente en lo absoluto de ser utilizada en la forma pasiva, tal como aquí se la toma al aplicarla a la voz femenina יתד, la estaca o clavo en cuestión. A su vez, la conjugación simple de la raíz mencionada presenta exactamente la misma forma, תמוש, para la tercera persona femenina y para la segunda masculina, ambas en el caso singular. Me extraña, por lo tanto, el que los traductores hayan pasado por alto tan unánimemente la posibilidad cierta de que esta frase esté dirigida al mismo Sebna al que Yahweh viene hablando en forma directa a lo largo de esta segunda parte de Isaías 22. Sólo podría atribuir esto a una suerte de eiségesis colectiva cuya motivación no logro barruntar.