En su contundente unicidad temática, el salmo 20 rezuma poderosas declaraciones orientadas hacia el final de la presente era, esto es, hacia el tiempo en que Yahweh intervendrá decisivamente a favor de su pueblo en medio de una situación angustiosa que, vista desde una perspectiva meramente humana, no tendría salida alguna. En él, el lector avezado a las formas en que Dios se mueve reconocerá, sin duda, dos temas que atraviesan las Escrituras de principio a fin, a saber: la victoria asegurada de quienes confían plenamente en Él y la inevitable derrota de quienes lo hacen en sus propias fuerzas.
Al director. [1] Cántico para David.
Yahweh te responderá en el día de angustia. Te resguardará en lo alto el nombre del Dios de Jacob; enviará tu ayuda desde el santuario y desde Sión te sostendrá; traerá a la memoria todas tus ofrendas y aceptará tu ofrenda encendida (selah) [2] ; te constituirá según tu propio corazón [3] y llevará todo tu plan a su término. [4]
Nosotros nos alegraremos con estridencia en tu salvación y en el nombre de nuestro Dios portaremos el estandarte [5] , pues cumplirá Yahweh todas tus peticiones.
Recién ahora me he percatado [6] de que Yahweh salvará a su ungido, que le responderá desde los cielos de su santuario con las hazañas salvadoras de su mano derecha. Estos confían en carros y estos otros en caballos [7] , pero nosotros mantendremos el pensamiento [8] en el nombre de Yahweh nuestro Dios; aquellos se postran y caen, pero nosotros nos levantamos y somos restaurados.
¡Salva, Yahweh! El rey nos responderá en el día en que lo invoquemos.
Notas
[1] מנצח. Este es uno de los términos más bien oscuros que se encuentran en el libro de los salmos. Lo traduzco «director» en virtud de que esta es una palabra que tanto puede aplicarse al ámbito de la alabanza en el templo como al de la construcción del mismo, tal como se observa en el uso de esta misma raíz נצח en su construcción hitpael en Esdras 3:9).
[2] El término סלה, presente exclusivamente en los Salmos y en la oración que compone al último capítulo del libro de Habacuc, es uno de los más misteriosos del hebreo del Antiguo Testamento. Su sentido ha sido mayoritariamente interpretado como una indicación musical. Sólo unos pocos han intuido que el término en cuestión cuenta con un sentido profético, a cuyo significado, sin embargo, ya no sería posible acceder por los medios convencionales de la investigación académica.
[3] יתן־לך כלבבך. O bien, “te dará conforme a tu pensamiento”, ya que en la imaginería hebrea el corazón es el asiento del pensamiento.
[4] כל־עצתך ימלא. O bien, “cumplirá todo tu consejo”.
[5] נדגל. O bien, “seremos considerados de gran prestigio”.
[6] ידעתי. Si bien suelo traducir las formas perfectas del verbo hebreo en alguna de las formas pasadas que su determinado contexto dicte, en este caso lo hago en presente, mayormente debido a la fuerza del adverbio עתה que la precede.
[7] אלה ברכב ואלה בסוסים. Literalmente, “estos en carros y estos en caballos”. Por otra parte, además de cómo lo hago aquí («carros») y pese a su forma singular, el sustantivo רכב suele traducirse también como «jinetes», ya que el sentido de la raíz רכב es, precisamente, el de «montar a lomos de algún animal o de algún vehículo».
[8] נזכיר. O bien, “seremos recordatorio”.