Salmo 119

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El salmo 119 se constituye en la composición más extensa de todo el libro de los Salmos, ya que se trata de un acróstico que incluye ocho versículos por cada una de las veintidós letras que componen el alfabeto hebreo. Su tema —cuyo carácter altamente profético ha sido, acaso por su formalismo, bastante mal entendido— es el de los pensamientos del siervo de Yahweh en una instancia tan íntima como misteriosamente dramática, configurada principalmente en torno a la instrucción, a los estatutos, a los mandamientos, a los testimonios, a los dichos y al carácter de su Dios y Señor.


 

א

Dichosos los perfectos de camino, los que se conducen con la instrucción de Yahweh. Dichosos los que vigilan sus testimonios, los que lo buscan de todo corazón, pues no obrarán iniquidad, sino que se conducirán en sus caminos. Tú mandaste que tus preceptos sean en gran manera observados. ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos, a fin de observar tus estatutos! ¡Entonces no me avergonzaría al prestar atención a todos tus mandamientos! ¡Te agradecería con rectitud de corazón al aprender los juicios de tu justicia! ¡Tus leyes observaría! ¡No me abandones en demasía!

ב

¿Con qué limpiará el joven su senda para observar tu Palabra? Con todo mi corazón te busqué: ¡no hagas que me desvíe de tus mandamientos! En mi corazón escondí tus dichos a fin de que no vaya a pecar contra ti. ¡Bendito eres tú, Yahweh! ¡Enséñame tus estatutos! Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. En el camino de tus testimonios me he regocijado como quien lo hace por toda riqueza. En tus preceptos medito y presto atención a tus sendas. En tus estatutos me deleito, no olvido tu Palabra.

ג

Beneficia a tu siervo: entonces viviré y guardaré tu palabra. Descubre mis ojos y prestaré atención a las maravillas que provienen de tu instrucción. Forastero soy yo en la tierra: ¡no ocultes de mí tus mandamientos! ¡Mi alma está quebrantada al anhelar tus juicios en todo tiempo! ¡Reprenderás a los soberbios, los malditos que se desvían de tus mandamientos! ¡Quita de sobre mí el reproche y el desprecio, pues he vigilado tus testimonios! Se han sentado también hombres prominentes y han hablado entre ellos contra mí; tu siervo, en cambio, medita en tus estatutos, ya que tus testimonios son mi deleite y mis consejeros.

ד

Mi alma está pegada al polvo, ¡revíveme conforme a tu palabra! He enumerado mis caminos y tú me has respondido: enséñame, por lo tanto, tus estatutos; hazme entender los caminos de tus preceptos y meditaré en tus portentos. Mi alma se ha derretido por la densa fatiga, ¡afírmame conforme a tu palabra! Aparta de mí el camino de la mentira; favoréceme con tu instrucción. He escogido el camino de la fidelidad, me he hecho similar a tus juicios; me he pegado a tus testimonios, Yahweh, ¡no me expongas a la vergüenza! ¡Iré corriendo por el camino de tus mandamientos cuando ensanches mi corazón!

ה

Haz que aprenda, Yahweh, el camino de tus estatutos y los guardaré consecuentemente; hazme entender y montaré guardia a tu instrucción, observándola de todo corazón; encamíname por la senda de tus mandamientos, ya que en ella me he deleitado; inclina mi corazón hacia tus testimonios y no hacia la codicia; aparta mis ojos de la vista de la vacuidad, revíveme con tu camino. Confírmale a tu siervo tu declaración a fin de que te tema. Haz pasar de mí la burla que he temido, ya que tus juicios son benévolos. ¡Mira que he anhelado tus preceptos! ¡Revíveme con tu justicia!

ו

Venga a mí, tu misericordia, Yahweh, tu liberación, según tu declaración, y daré por respuesta una palabra al que se burla de mí, pues me he confiado de tu palabra. No quites de mi boca en demasía la palabra de verdad cuando aguardo tu sentencia: y guardaré tu instrucción permanentemente, por una era y aún más allá; y me pasearé a mis anchas, pues he buscado tus preceptos; y hablaré de tus testimonios enfrente de reyes sin avergonzarme; y me deleitaré en lo más íntimo en tus mandamientos, a los cuales he amado; y alzaré las palmas de mis manos hacia tus mandamientos que he amado y meditaré en tus estatutos.

ז

¡Acuérdate de la Palabra comunicada a tu siervo, en la cual me habías puesto a esperar! Ella es mi consuelo en mi aflicción, pues tu dicho me ha revivido. Los soberbios me han hecho demasiada burla, pero yo no me he alejado de tu instrucción: me acordaba, Yahweh, de tus juicios de toda una era, lo cual me es por consuelo. ¡Me ha tomado un furor ardiente por causa de los impíos que descuidan tu instrucción! ¡Cánticos me han sido tus estatutos en la casa en la que habito como forastero! Me he acordado por la noche de tu nombre, Yahweh, y tu instrucción observo; esto ha sido así conmigo porque guardo tus preceptos…

ח

Mi porción es Yahweh; he dicho de observar tus asuntos. He rogado por tu presencia con todo mi corazón: ¡muéstrame tu gracia según tu dicho! He pensado en tus caminos y vuelvo mis pies hacia tus testimonios. Me he apresurado y no me he demorado en observar tus mandamientos. Bandas de impíos han hecho ronda en torno a mí, pero no me he olvidado de tu instrucción. En medio de la noche me levanto para darte las gracias por los juicios de tu justicia. Yo soy compañero de todos los que te temen y de los que observan tus preceptos. De tu bondad, Yahweh, está repleta toda la tierra, ¡pero enséñame tus estatutos!

ט

Has hecho bien con tu siervo, Yahweh, según tu palabra. Antes de ser humillado, desvariaba, pero ahora observo tu dicho. Bueno eres tú y de hacer bien: ¡enséñame tus estatutos! Los soberbios me han calumniado, pero yo, de todo corazón, vigilo tus preceptos. Como grasa se ha engordado el corazón de ellos, pero yo me he deleitado en tu instrucción. Es bueno para mí el haber sido afligido a fin de aprender tus estatutos.: ¡es mejor para mí la instrucción de tu boca que millares de oro y plata!

י

Tus manos me hicieron y me establecieron: ¡hazme comprender y aprenderé tus mandamientos! Los que te temen me verán y se alegrarán por haber esperado yo en pos de tu asunto. Me he percatado, Yahweh, de que tus juicios son justicia y de que me has afligido con fidelidad. ¡Sea, entonces, tu bondad para consolarme según el dicho tuyo a tu siervo! ¡Vengan a mí tus compasiones y viviré, pues tu instrucción es mi deleite! ¡Sean avergonzados los soberbios, porque con engaño han tratado conmigo retorcidamente al meditar yo en tus preceptos! ¡Pero vuélvanse a mí los que te temen y han reconocido tus testimonios! ¡Sea mi corazón perfecto en tus estatutos, de manera de no ser yo avergonzado!

כ

¡Se ha consumido mi alma en pos de tu salvación! ¡He esperado en pos de tu asunto! Mis ojos desfallecieron en pos de tu dicho, diciendo: “¿Cuándo me darás consuelo?” Y es que he estado como un odre al humo, pero no me he olvidado de tus estatutos… ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio en mis acosadores? Los soberbios me han cavado hoyos que no se corresponden con tu instrucción. Todos tus mandamientos son fidelidad, pero me acosan con engaño: ¡ayúdame! ¡Por poco no me han echado por tierra, pero yo no he abandonado tus preceptos! ¡Vivifícame conforme a tu bondad y observaré los testimonios de tu boca!

ל

Por siempre, Yahweh, tu Palabra se asienta en el cielo. Tu fidelidad es de generación en generación: tú estableciste la tierra, la cual subsiste. Por tus disposiciones subsisten hoy, pues todas las cosas te sirven. De no ser porque tu instrucción ha sido mi deleite, habría perecido entonces en mis aflicciones. ¡Jamás me olvidaré de tus preceptos, ya que con ellos me has vivificado! ¡Yo soy tuyo! ¡Sálvame, pues he inquirido en tus preceptos! Han aguardado por mí los impíos, para aniquilarme; pero yo pongo toda mi atenta reflexión en tus testimonios. A toda terminación le he visto un fin: extenso en gran manera es tu mandamiento.

מ

¡Cuánto he amado tu instrucción: todo el día es ella el objeto de mi meditación! Y dado que es para mí, con tus mandamientos me has hecho más sabio que mis enemigos. He tenido más discernimiento que todos mis enseñadores, porque tus testimonios son para mi un motivo de meditación. He reflexionado más atentamente que los ancianos, ya que he vigilado tus preceptos. De toda mala senda refrené mis pies a fin de observar tu Palabra. No me aparté de tus juicios, pues eres tú quien me instruyó. ¡Cuán dulce se ha vuelto tu dicho a mi paladar, más que la miel en mi boca! De tus preceptos he obtenido inteligencia, ¡es por ello que he aborrecido toda senda de engaño!

נ

Lámpara para mis pies es tu Palabra, y luz para mi rumbo. He jurado y he ratificado el observar los juicios de tu justicia. He estado grandemente afligido: ¡vivifícame, Yahweh, con tu Palabra! ¡Quieras, Yahweh, aceptar con agrado los sacrificios voluntarios de mi boca y enseñarme tus juicios! ¡Mi alma está de continuo en la palma de mi mano, pero no me he olvidado de tu instrucción! Los impíos me han puesto una trampa, pero no me he desviado de tus preceptos. He hecho de tus testimonios mi heredad para siempre, ya que son el gozo de mi corazón. He inclinado mi corazón a practicar tus estatutos por siempre, consecuentemente.

ס

He aborrecido a los de corazón dividido y he amado tu instrucción. Tú eres mi escondedero y mi escudo: en pos de tu Palabra he esperado. ¡Apártense de mí, malhechores, para que vigile yo los mandamientos de mi Dios! Sostenme según tu dicho y viviré, y no me hagas ir avergonzado de mi esperanza. Sostenme para que esté yo a salvo y contemple tus estatutos de continuo. Has pisoteado a todos los que desvarían respecto de tus estatutos, pues son engaño sus falsedades. ¡Has hecho cesar como escoria a todos los impíos de la tierra: es por ello que he amado tus testimonios! Mi carne tiembla por mi temor de ti y he temido de tus juicios…

ע

He practicado juicio y justicia, no fuera que me abandonares a mis opresores. Sé fiador de tu siervo para bien, que no me opriman los soberbios. Mis ojos han desfallecido en pos de tu salvación y en pos del dicho de tu justicia. ¡Haz con tu siervo según tu bondad y enséñame tus estatutos! ¡Yo soy tu siervo: hazme discernir para que reconozca tus testimonios! ¡Es tiempo de actuar, Yahweh: han dejado sin efecto tu instrucción! Es por ello que he amado tus mandamientos más que al oro y al oro refinado. Es por ello que he estimado rectos todos tus preceptos y he aborrecido toda senda de engaño…

פ

¡Maravillosos son tus testimonios! Es por ello que los vigila mi alma. La exposición de tus asuntos alumbra, da discernimiento al ingenuo. He abierto mi boca y suspirado profundamente al desear tus mandamientos. Vuélvete para mirarme y muéstrame tu gracia, según tu costumbre con los que aman tu nombre. Ordena mis pasos con tu dicho y que ninguna perturbación inicua se enseñoree de mí. Redímeme de la opresión humana para que observe tus preceptos. ¡Que tu rostro resplandezca sobre tu siervo y enséñame tus estatutos! Ríos de aguas descendieron de mis ojos porque no observaban tu instrucción.

צ

Justo eres tú, Yahweh; y tus juicios, rectos. En gran manera has dado orden tocante a la justicia de tus testimonios y de la fidelidad. Mi celo me ha consumido, ya que mis angustiadores se han olvidado de tus asuntos. Tu dicho es sumamente puro y tu siervo lo ama. Yo soy pequeño y despreciado, pero no me he olvidado de tus preceptos. Tu justicia es justicia duradera y tu instrucción es verdad. La angustia y la estrechez me han encontrado, pero tus mandamientos han sido mi deleite. La justicia de tus testimonios es duradera: hazme entender y viviré.

ק

He clamado con todo mi corazón: “¡Muéstrame tu gracia, Yahweh, para que guarde tus estatutos!” A ti he clamado: “¡Sálvame, para que observe tus testimonios!” Me he anticipado al alba para clamar a los gritos, he esperado en pos de tus asuntos. Mis ojos se han anticipado a las vigilias de la noche para meditar en tu dicho. ¡Atiende a mi voz según tu bondad, Yahweh! ¡Vivifícame, según tu costumbre! Mis acosadores se han acercado a la maldad planeada y se han alejado de tu instrucción. ¡Pero tú estás cercano, Yahweh, y todos tus mandamientos son verdad! Desde antaño he reconocido tus testimonios, pues los estableciste por la era.

ר

¡Mira mi aflicción y líbrame, pues no me he olvidado de tu instrucción! ¡Toma la defensa de mi causa y redímeme! ¡Vivifícame en pos de tu dicho! La salvación está lejos de los impíos, ya que no inquieren en tus estatutos. Muchas son tus misericordias, Yahweh: ¡vivifícame conforme a tus juicios! Muchos son mis acosadores y mis angustiadores, pero no he desistido de tus testimonios. He visto a los traidores y me siento asqueado de que no hayan observado tu dicho. ¡Mira que he amado tus preceptos, Yahweh! ¡Vivifícame según tu bondad! La suma de tu Palabra es verdad, duradero todo juicio de tu justicia…

ש

Príncipes me han acosado gratuitamente, pero mi corazón temía a tus asuntos. Me he regocijado yo con tu dicho como uno que halla mucho botín. Al engaño lo he aborrecido y lo abomino y he amado tu instrucción. Te he alabado siete veces en el día por las disposiciones de tu justicia. Un gran bienestar tienen los que aman tu instrucción y no hay tropiezo para ellos. He esperado en pos de tu salvación, Yahweh, y he practicado tus mandamientos. Ha observado mi alma tus testimonios y los he amado en gran manera. ¡He guardado tus preceptos y tus testimonios, ya que todos mis caminos están frente a ti!

ת

¡Llegue mi clamor a tu presencia, Yahweh! ¡Dame entendimiento en forma acorde a tu Palabra! Que mi suplica llegue a tu presencia; ¡líbrame según tu dicho! Mis labios expresarán alabanza cuando me enseñes tus estatutos. Dirá mi lengua tu dicho, ya que todos tus mandamientos son justicia. ¡Que tu mano esté para ayudarme, ya que he escogido tus preceptos! ¡He deseado tu salvación, Yahweh, y tu instrucción es mi deleite! ¡Que mi alma viva y te alabe! ¡Y que tus juicios me sean por ayuda! Yo había errado como una oveja perdida: ve en busca de tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos.

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