Dentro del grupo de los salmos apoteóticos, el Salmo 93 contiene algunas declaraciones proféticas de lo más alentadoras para nuestros días, en los que el mundo entero se ha vuelto un caos, dando la impresión de estarse tambaleando junto con sus habitantes. Y es que en la era que viene, pronta a comenzar, Dios reinará de una forma visible y contundente sobre la tierra representado por su Hijo, tal como también lo avizoraran todos los profetas. Tal es, por otra parte, la visión que alienta en todas las Escrituras y que constituye propiamente las buenas nuevas del reino de Dios.
¡Yahweh se ha puesto a reinar! ¡Se ha vestido de majestad! ¡Se ha vestido Yahweh y se ha ceñido de fuerza! ¡También ha reparado al mundo, el cual ya no se tambaleará de ninguna manera!
Tu trono está establecido desde entonces: ¡tú eres desde siempre!
¡Los ríos, Yahweh, los ríos alzaron su voz! ¡Alzaron los ríos su batería de olas! ¡Yahweh es más contundente que los estruendos de las muchas aguas, más que las contundentes rompientes del mar!
¡Tus testimonios son muy fieles! Lo santo, Yahweh, conviene a tu casa para gozar de largura de días…
