3 Juan

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Las muchísimas coincidencias temático-lingüísticas que presentan el evangelio y las tres cartas de Juan no habrán pasado desapercibidas para cualquiera que ha estudiado dichos textos con un mínimo de atención. En cambio, nadie parece haber reparado en la significación de los mismos, especialmente en su vínculo profético con el libro de Apocalipsis. Todos ellos constituyen, en efecto, una suerte de puente temporal y generacional entre el siglo primero y el período previo al final de la era, es decir, nuestros propios días, luego de los cuales el Hijo de Dios reinará junto a los suyos desde el monte de Sión.


 

El anciano a Gaio, el amado, a quien yo amo en verdad.

Amado, deseo por sobre todo que prosperes y recobres la salud en la medida en que prospera tu alma. Pues mucho me regocijé al venir unos hermanos dando testimonio de la verdad tuya, que tú caminas con verdad. Gozo más grande que este no tengo: el oír que mis niños caminan con verdad.

Amado, fielmente haces cuando trabajas en pos de los hermanos y en pos de los extranjeros, quienes dan testimonio de tu amor delante de la congregación, a los cuales harás bien en acompañarlos en forma digna de Dios. Pues ellos salen por causa del Nombre sin tomar nada de los de las naciones. Nosotros, por lo tanto, debemos recibir a los tales a fin de ser colaboradores de la verdad.

Escribí a la congregación, pero aquel al que le gusta ser primero, Diótrefes, no nos admite. Por esto, si fuere, le recordaré las cosas que hace, chismeando con palabras malignas sobre nosotros; y no contento con esto, tampoco admite a los hermanos, y a los que se proponen hacerlo los expulsa de la congregación.

Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que practica lo bueno es de Dios, pero el que practica lo malo no ha visto a Dios. Demetrio ha tenido testimonio de todos, hasta de la verdad misma; incluso nosotros damos testimonio (y tú has sabido que nuestro testimonio es verdadero).

Tenía muchas cosas para escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y cáñamo porque espero verte en breve y hablaremos boca a boca.

Paz a ti. Los amigos te saludan; saluda a los amigos por su nombre.