Según leemos en las Escrituras, la ciudad de Nínive prestó una vez oídos a la amenaza de ruina que Yahweh le enviara por medio del profeta Jonás, arrepintiéndose de su maldad y poniendo por una temporada su confianza en Él. Sin embargo, tratándose de la orgullosa capital del imperio asirio, no pasaría demasiado tiempo hasta que retornase a su auténtica naturaleza como centro mundial de la violencia y del despojo de los pueblos de su región. Tal es el contexto profético del libro de Nahum, compuesto por entero por esta «carga de Nínive» cuya traducción anotada del hebreo presento aquí.
1
La carga [1] de Nínive. Libro de la visión de Nahum el elcoshita. [2]
Yahweh es un dios celoso y vengador; pletórico de indignación, Yahweh se venga de sus adversarios y retiene el enojo para con sus enemigos. Yahweh es tardo para la ira y grande en fuerza; y no siempre tendrá por inocente [3]. Yahweh tiene su camino en el torbellino y en la tempestad, y las nubes son el polvo de sus pies. Reprende al mar y hace que se seque, y a todos los ríos los deja desolados: languidecen Basán y el Carmelo, y la flor del Líbano languidece también. Los montes temblarán delante de él, y las colinas se derretirán; en su presencia se pondrá de pie la tierra y el mundo y todos los que habitan en él. Frente a su indignación, ¿quién aguantará la parada? ¿Y quién se sostendrá en pie en el ardor de su ira? Su enojo se derramará como fuego y por él se quebrarán las peñas. Yahweh es bueno: es fortaleza en el día de la angustia y conoce a los que en él se refugian, pero con inundación imparable hará consumación allí donde la envíe, y las tinieblas perseguirán a sus enemigos. ¿Qué piensan ustedes contra Yahweh? ¡Él hará consumación! ¡La angustia no aflorará dos veces! Porque aunque sean espinos entrelazados y estén en lo más álgido de su borrachera, serán consumidos como paja completamente seca.
De ti saldrá uno que trama el mal contra Yahweh, uno que planea destrucción. Así ha dicho Yahweh: “Si se encontrasen prósperos y seguros, e incluso si fuesen muchos, así serán talados; y dejará de ser". [4] (“Te he afligido, pero ya no volveré a afligirte, porque ahora quebraré su yugo de sobre ti y cortaré tus ataduras.”) Pero en cuanto a ti, Yahweh ordenará que de tu nombre ya nada sea sembrado: “Cortaré de la casa de tu dios escultura y estatua de fundición y los dispondré como tu tumba, porque son cosas despreciables.”
¡Vean! ¡Sobre los montes están los pies del que anuncia buenas nuevas de paz! “¡Celebra, Judá, tus fiestas! ¡Cúmpleme tus votos, porque ya no volverá a pasar sobre ti la destrucción; fue del todo cortada!”
2
Subirá un desolador contra ti. [5] ¡Vigila la fortaleza, guarda el camino, ponte el cinto; afirma mucho tu fuerza! Porque Yahweh restaurará la gloria de Jacob como la gloria de Israel, pues lo habían saqueado saqueadores y habían echado a perder sus sarmientos. El escudo de sus valientes se enrojecerá, los varones de su ejército se recubrirán de escarlata; los carros, con fuego de antorchas. El día en que lo ponga a punto, se sacudirán fuertemente los cipreses. En las avenidas correrán los carros como locos; en las calles irán de aquí para allá. Su aspecto será como de antorchas y correrán como relámpagos. Él traerá a la memoria a sus fuertes. Se atropellarán en su marcha, se apresurarán en ir hacia el muro de ella y se dispondrá la defensa. Las compuertas de los ríos serán abiertas y el palacio será consumido. Está decretado que sea llevada al exilio, con sus damas de compañía conduciéndola como con gemidos de paloma, golpeándose los pechos. Nínive ha sido por muchos días como una piscina; sin embargo, ellos huirán: “¡Alto! ¡Deténganse!”. Pero ninguno volverá la cabeza. “¡Saqueen plata! ¡Saqueen oro! ¡Los depósitos suntuosos de toda cosa deseable no tienen fin!” Estará vacía, vaciada y desolada; y su corazón, desfalleciente. Habrá castañeteo de rodillas y dolor en todas las cinturas, y el rostro de todos ellos se pondrá pálido. ¿Dónde está la guarida de leones y el lugar en que se alimentan los cachorros de león, allí, donde iban a guarecerse el león y la leona sin que hubiese nada que los espantara? El león destrozaba en piezas para sus cachorros y ahogaba para sus leonas; llenaba de trozos su caverna y de ganado destrozado sus guaridas.
“¡Heme aquí contra ti! —declara Yahweh de los ejércitos— ¡Y quemaré su carrocería entre humo! ¡Y a tus cachorros de león los devorará la espada! ¡Y cortaré de la tierra tu expolio de ganado! ¡Y nunca más se oirá la voz de tus embajadores!”
3
¡Ay, ciudad derramadora de sangre! ¡Toda ella llena de mentira y de rapiña, a cuya presa no se le permite irse! ¡Chasquido de azote, estampido de rueda y caballo que atropella! ¡Y carro saltarín! ¡Jinete pagado de sí mismo y espada reluciente y lanza refulgente! ¡Y multitud de asesinados! ¡Y una pila de cadáveres! ¡Y no hay fin para sus cuerpos! ¡Tropezarán en sus cuerpos! ¡Por la mucha fornicación de la prostituta agraciada, experta en encantamientos, que vende naciones enteras con sus fornicaciones y familias enteras con sus encantamientos!
“¡Heme aquí contra ti! —declara Yahweh de los ejércitos— ¡Y te levantaré las faldas hasta el rostro para hacer ver a las naciones tu desnudez, y a los gobiernos tu vergüenza! ¡Y echaré sobre ti porquerías, te envileceré y te pondré de espectáculo! Y todo el que te vea se alejará de ti diciendo: ‘¡Nínive está desolada! ¿Quién se condolerá de ella? ¿Dónde buscaré a los que te consuelen?’
¿Eres acaso mejor que Tebas, la que está entre los ríos, rodeada por el agua, cuya fuerza es el mar y que tiene al mar como su muro? Etiopía es su fuerza, y también Egipto, y no tiene límite; Fut y los libios son tu apoyo. También ella será exiliada e irá a cautividad; también sus pequeños serán estrellados en la parte principal de todas las plazas, y echarán suertes sobre sus ilustres y todos sus magnates serán apresados en cadenas. Tú también te emborracharás y serás ocultada, tú también buscarás fuerza a causa del enemigo. Todas tus fortalezas serán higuerales, que si tienen brevas y los sacuden, estas caerán en la boca del que las come. He aquí que tu pueblo son mujeres en medio de ti; las compuertas de tu tierra se abrirán de par en par para tus enemigos y fuego consumirá tus cerrojos.
Provéete de agua para el asedio; refuerza tus fortalezas; ven al lodazal y pisa el barro, refuerza el horno para hacer ladrillos. Allí te consumirá el fuego, te talará una espada, te consumirá como la oruga. ¡Multiplícate como la oruga! ¡Multiplícate como la langosta!¡Multiplicaste tus viajantes de negocios más que las estrellas del cielo! ¡La oruga se despojará de su capullo y volará! ¡Tus consagrados serán como la langosta y tus funcionarios como nube de saltamontes que se asientan en los vallados en día frío! ¡El sol saldrá y se irán y no se sabrá cuál sea su paradero!
Dormitarán tus pastores, rey de Asiria, tus fuertes descansarán; tu pueblo se desparramará sobre los montes sin nadie que lo reúna. No habrá alivio para tu quebradura, tu herida se agravará. Todos los que escuchen las noticias sobre ti aplaudirán, porque ¿sobre quien no había pasado de continuo tu maldad?
Notas
[1] משא. Aunque podría traducir esta palabra como “sentencia”, “declaración”, “oráculo” o “profecía”, escojo hacerlo en base a su sentido más común, el cual señala algo que es levantado y cargado y que, en caso de tratarse de una declaración de Yahweh, ha de ser entregado. El texto griego de la versión Septuaginta lo traduce como λῆμμα, transliteración del hebreo למה, cuyo significado principal es “¿por qué?”. Para otra opción de traducción de משא en la Septuaginta, véase la nota 1 a mi traducción del capítulo 19 de Isaías en «La carga de Egipto (Isaías 19)».
[2] Esto es, habitante o nativo de la ciudad de Elcosh, cuya locación Jerónimo —autor de la versión latina de la Biblia conocida como Vulgata— ubicaba en la Galilea y que algunos orientales identifican con la actual ciudad iraquí de Mosul.
[3] ונקה לא ינקה. Se trataría, esta, de una alusión a la temporada inmediatamente posterior a la prédica de Jonas en Nínive, la cual se arrepintió ante Dios de su iniquidad, salvándose así de la ruina anunciada por el profeta. Acerca de esto, véase el libro de Jonás, en especial los capítulos 3 y 4.
[4] ועבר. Literalmente “y pasará”. Por cuestiones de concordancia gramatical, esta sentencia sólo podría referirse a aquel que “trama el mal contra Yahweh” del que habla el versículo anterior.
[5] El profeta, luego de dirigirse al remanente del pueblo de Dios en el final del capítulo anterior, retoma aquí su discurso contra Nínive.