
Salmo 112
En correspondencia con el salmo que lo precede, el Salmo 112 presenta un encomio del siervo del Señor en la era presente con vistas a la era venidera. Su tema principal es la perseverancia y el deleite en discernir el espíritu que subyace a los mandamientos de Yahweh, lo cual redunda finalmente en una encarnación de la gracia, de la compasión y de la justicia del propio Yahweh, desplegadas mayormente para con quienes son rectos y para con los necesitados. Tales cosas son, precisamente, las que irritan a los impíos, quienes sólo pueden seguir mecánicamente el impulso de sus deseos.