No hay otro lugar en las Escrituras en que el procedimiento de la justicia de Dios pueda verse tan completamente como en la instrucción para el Día de la Expiación, en el libro del Levítico. ¿Pero por qué iría Dios a desplegarlo veladamente, recurriendo a los tipos y las sombras?
A diferencia del resto de los que comparten su tema principal, el Salmo 99 —otro salmo apoteótico de Yahweh que celebra el reinado de este en la tierra— dirige la mirada hacia el trato de Dios con su pueblo, mayormente mediante alusiones a los días del tabernáculo de reunión, en los tiempos en que se aparecía a Moisés y a Aarón sobre los dos querubines que adornaban el propiciatorio del arca del pacto. Este último tiene, a su vez, reminiscencias del Día de la Expiación, en el cual la justicia de Yahweh aun se manifestaba en tipos y en sombras.