Etiqueta: era venidera

Salmo 117

      Comentarios desactivados en Salmo 117

De todos los salmos que componen el libro del mismo nombre, el Salmo 117 resulta ser el más breve, ya que está compuesto de sólo dos versículos. Sin embargo, el cuadro futuro que presenta es tan claro como glorioso: todas las naciones y todos los pueblos alabarán un día a Yahweh por su bondad para con su pueblo, la cual no es sino un ejemplo adelantado de su fidelidad para con todos los seres humanos a los que ha creado con tanto amor. En sus pocas palabras se encuentra, por lo tanto, compendiado su propósito para con toda la humanidad.

Salmo 33

      Comentarios desactivados en Salmo 33

Vinculado fuertemente con el Salmo 144 —con el que comparte varios elementos, muy particularmente el de la «canción nueva» presente en Isaías y en el libro de Apocalipsis y cuya mención primera se da, precisamente, en él— el Salmo 33 guarda asimismo una estrecha relación con su antecesor inmediato, del cual podría ser considerado una clara continuación. Su tema gira en torno a aquellos que han alcanzado justificación en la presencia de Yahweh y que han rectificado, por ende, sus corazones, todo ello en medio de los planes de una humanidad que aún no ha llegado a conocer a Dios.

El escrito de Ezequías (Isaías 38:9-20)

      Comentarios desactivados en El escrito de Ezequías (Isaías 38:9-20)

El capítulo 38 del libro del profeta Isaías documenta un escrito harto profético compuesto por Ezequías, rey de Judá del linaje de David, luego de que se recobrara de una enfermedad de muerte que le enviara Yahweh. Su contenido, en efecto, evidencia una serie de temas que tienden un puente entre algunos textos del Antiguo y del Nuevo Testamento, más concretamente entre algunos salmos y un célebre dicho de Jesús a uno de sus principales discípulos en el evangelio de Mateo, el cual ha sido durante ya tantos siglos objeto de disputa entre las tres principales ramas de la cristiandad.

Salmo 87

      Comentarios desactivados en Salmo 87

Dentro de los salmos listados entre los atribuidos a los hijos de Córaj, el salmo 87 es, en toda su brevedad, un tanto desconcertante, ya desde el sujeto de la frase que le da inicio. Lo mismo puede decirse de la mención de Rahab —nombre poético y profético que se aplica a Egipto—, de Babilonia, así como también de Filistea, de Tiro y de Cush, una mención que no deja de dar la impresión de una breve y arbitraria enumeración caótica. Desde luego, nada hay de arbitrario ni de caótico en este bello aunque críptico salmo referido a Sión…

Salmo 46

      Comentarios desactivados en Salmo 46

El tema del salmo 46 es la temprana protección que, en un tiempo de extrema convulsión entre las naciones, hallarán en Dios quienes están destinados a entrar en su ciudad una vez que esta sea establecida en la tierra. La indicación en el título que lo encabeza en el texto hebreo tiene todo el sabor de los ciento cuarenta y cuatro mil que en el libro de Apocalipsis siguen al Corderito por donde quiera que va, aquellos que han sido los únicos capaces de aprender y entonar la nueva canción que dará paso a la ya tan cercana era venidera.

Salmo 45

      Comentarios desactivados en Salmo 45

Pese a compartir algunos elementos clave con el salmo 69 en su encabezamiento, el salmo 45 es de un tono completamente diferente al de aquel. Se trata, este, de una exuberante canción de amores dedicada al Cristo y a su amada Iglesia y cuyo lenguaje ensalza inmejorablemente el aspecto nupcial del asunto principal del evangelio y su concreción, la cual dará un solemne inicio a la era venidera. No es nada casual, entonces, que la carta «A los hebreos» contenga en los comienzos de su discurso sobre este Hijo de Dios una de las frases más reveladoras de este salmo.

Salmo 27

      Comentarios desactivados en Salmo 27

Dentro de la colección de los salmos de David, el salmo 27 es sin duda uno de los más sorprendentes desde un punto de vista meramente humano. En él, Yahweh se nos muestra no sólo como un Dios providencial —salvador y protector desde el corazón mismo del misterio—, sino también como un Dios que se deleita en alojar en su casa a los desvalidos y los abandonados de la tierra que lo tienen a él como su única esperanza. Es a estos, entonces, que se complace en atraerlos y en guiarlos, muy íntima y personalmente, hacia el destino más dichoso.