La carga de la palabra de Yahweh acerca de Israel (Zacarías 12-14)

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Tal como sucede con su predecesora, la segunda y última «carga» profética del libro de Zacarías debe ser sopesada no tanto en relación con los pasajes del evangelio de Juan que glosan partes de su contenido como con el contexto que la misma ofrece al discernimiento del lector. Éste deberá, por lo tanto, sortear la literalidad de los nombres y de las acciones a fin de acceder a una revelación del fin de la era presente y del establecimiento visible del reino de Dios. Tal es el espíritu que me ha inspirado a traducir su texto y a publicarlo aquí.

La carga de la palabra de Yahweh en la región de Hadráj (Zacarías 9-11)

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El evangelio de Juan ha vuelto célebres unas palabras incluidas en una de las dos «cargas» proféticas que se encuentran en el libro del profeta Zacarías al aplicarlas a la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Sin embargo, al profundizar en la lectura de los tres capítulos que contienen este misterioso pasaje, se descubre que su convulsionado contexto profético trasciende grandemente al evento reseñado por el evangelista. La presente traducción anotada de dichos capítulos se propone reponer ese contexto con vistas a que el lector atento pueda discernir en el mismo todas las marcas del fin de la presente era.

Salmo 14

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El trasfondo profético del salmo 14 es el de un tiempo en el que el pueblo de Dios se encontraría diezmado por el enemigo. Su autor traza en él una semblanza de este último y la contrasta con el estado de indefensión en el que Yahweh, en su absoluta soberanía y a manera de dura disciplina, sumiría a su pueblo previamente al fin de la era presente. Es precisamente este contraste que predomina a lo largo del salmo el que augura la salvación del pueblo al final de este proceso, una vez que los propósitos de Yahweh se hubiesen cumplido.

Salmo 104

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Con una gran economía de palabras —con las que, sin embargo, logra componer una bellísima y elocuentísima alabanza—, el autor del salmo 104 traza una grandiosa semblanza de Yahweh como creador y como sustentador de toda vida. En vano se buscará en ella la obsesión actual por cuestiones como el cambio climático en los términos en que las ha planteado, por ejemplo, el Papa Francisco en su encíclica «Laudato Si’», la cual, de hecho, supone una inaudita negación de la soberanía y del plan de Dios que sólo podría sumir a sus lectores en la más oscura desesperanza.

Salmos 42 y 43

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Pese a que el orden de la edición hebrea del libro de los Salmos que ha llegado hasta nosotros los considera como diferentes entre sí, ciertos detalles sugieren que los salmos 42 y 43 fueron originalmente uno y el mismo. Ambos describen con elocuencia los sentimientos de un hombre cuya alma se encuentra suspendida entre la confianza y la devoción más íntimas hacia Dios y los pesares que brotan frente al acoso y las afrentas infligidas por parte de aquellos que desprecian dicha confianza y devoción. Esto último, por cierto, imprime al conjunto un tono definitivamente familiar a nuestros días…

Salmo 51

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Pese a la horrenda traición y a la gravísima transgresión de la ley de Dios en las que incurrió en una oportunidad el rey David llevado por el peso de un fortísimo deseo sexual que se apoderó de él, el salmo 51 constituye una muestra de primer orden —una suerte de «caso testigo»— de cómo hemos de conducirnos a la hora de buscar a Dios y de acercarnos a él para confesar nuestras propias transgresiones, incluso las más viles y vergonzantes. Es mi deseo que todos nosotros podamos imitar en esto al rey cuya descarnada súplica Dios recibió con beneplácito.

Salmo 94

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El salmo 94 describe proféticamente un tiempo en que una enorme malignidad y una extrema hipocresía se adueñarían de muchos encumbrados entre el pueblo de Dios, los cuales tomarían la ausencia de castigo por sus crímenes contra los indefensos como una señal de la total indiferencia de Dios, cuando no de su inexistencia. Sin embargo, su sola enunciación señala inequívocamente que todo ello ha sido desde siempre una parte importante del plan divino, a la vez que ofrece fuertes indicios sobre el tiempo en el que Dios actuará para restablecer la justicia y el juicio en medio de su pueblo.